Depresión y ansiedad

Es normal sentir tristeza y ansiedad cuando se vive con enfermedad inflamatoria intestinal (EII). Si bien algunas personas pueden tener episodios fugaces de tristeza o estrés relacionados con la EII, es importante consultar a un profesional de salud mental si sus síntomas duran varias semanas o más a la vez.


Las tasas de depresión son más altas entre los pacientes con enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa que en otras enfermedades y la población general. La ansiedad también es frecuente en pacientes con EII.

Es importante reconocer los signos de que está teniendo problemas emocionales y buscar ayuda como lo haría para sus síntomas físicos. 

Si tiene pensamientos suicidas o piensa en autolesionarse, no dude en pedir ayuda llamando al 911, yendo a la sala de emergencias más cercana o llamando a la línea directa de suicidio al 1-800-SUICIDE.

Depresión

La depresión es un trastorno del estado de ánimo grave que causa sentimientos de tristeza y pérdida de interés. La depresión puede hacer que se sienta exhausto, indefenso, desesperanzado y que no vale nada. También puede hacer que sea difícil realizar las tareas diarias. Las tareas asociadas con el manejo de una enfermedad crónica pueden parecer imposibles de realizar.

La depresión a menudo empeora si no se trata. Alentamos tanto a los pacientes como a los doctores a evaluar no solo los síntomas físicos de la EII, sino también los síntomas emocionales.

Si experimenta cinco o más de estos síntomas durante un período sostenido de más de dos semanas, le recomendamos que pida ser evaluado por un profesional calificado:

  • Tristeza, ansiedad o sensación de “vacío” persistentes

  • Sentimientos de desesperanza, negatividad

  • Sentimientos de culpa, desamparo y de no valer nada

  • Pérdida de interés o placer en pasatiempos y actividades que alguna vez se disfrutaron, incluido el sexo

  • Disminución de la energía, fatiga, lentitud

  • Dificultad para concentrarse, recordar, tomar decisiones

  • Insomnio, despertarse temprano por la mañana o dormir en exceso

  • Apetito y/o pérdida de peso, o comer en exceso y aumentar de peso

  • Agitación, irritabilidad

Tratamiento para la depresión

La depresión es tratable. Es importante buscar un consejero que tenga experiencia en el tratamiento de personas que viven con enfermedades crónicas. Aunque puede llevar tiempo que los síntomas de la depresión desaparezcan, buscar tratamiento puede ayudar a mejorar su estado de ánimo, su calidad de vida y su capacidad para sobrellevar la EII.

  • La terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento basado en la evidencia para la depresión y la ansiedad. Trabajará con el terapeuta para identificar y cambiar los patrones de pensamiento negativos y los comportamientos que pueden contribuir a la depresión.

  • Puede ser necesaria la administración de medicamentos además de la terapia con un profesional capacitado. Es posible que su gastroenterólogo se sienta cómodo recetando un antidepresivo para ayudar a estabilizar su estado de ánimo, o también puede sugerir una consulta con un psiquiatra.

Cómo manejar la depresión en el hogar

Hay varias cosas que puede hacer en casa para sobrellevar los sentimientos negativos mientras recibe tratamiento para la depresión.

Recuerde que sentirse mejor lleva tiempo y que es probable que su estado de ánimo mejore gradualmente, no de inmediato. Estos consejos han sido adaptados del folleto sobre depresión del Instituto Nacional de Salud Mental:

  • Establezca objetivos realistas, teniendo en cuenta su depresión, y asuma una cantidad razonable de responsabilidad en su vida diaria.

  • Establezca sus prioridades y divida las tareas grandes en tareas más pequeñas, haciendo lo mejor que pueda para abordarlas.

  • Haga hincapié en pasar tiempo con otras personas. Confiar en un amigo o familiar de confianza generalmente es mejor que estar solo y callado.

  • Participe en actividades que puedan hacerlo sentir mejor, como hacer ejercicio moderado, mirar una película, ver un evento deportivo o participar en eventos religiosos o sociales.

  • Posponga las decisiones de vida importantes hasta que haya superado su depresión. Estas decisiones pueden incluir cambiar de trabajo, casarse o divorciarse. Analice las decisiones importantes con amigos o familiares de confianza que puedan tener una visión más objetiva de su situación.

  • No espere “que se le pase de repente”. En cambio, espere sentirse un poco mejor cada día.

  • Pida y acepte ayuda de su familiares y amigos.

  • Sepa que los pensamientos positivos reemplazarán los pensamientos negativos con el paso del tiempo a medida que su depresión responda al tratamiento.

Ansiedad

La ansiedad consiste en sentimientos de pánico, preocupación y nerviosismo. Cuando la ansiedad se vuelve persistente y excesiva, puede interferir con su salud mental y física.

Si le han molestado algunos de estos síntomas durante varios días en las últimas dos semanas y han interferido con su capacidad para trabajar y mantener las relaciones, puede considerar un programa de manejo de la ansiedad o buscar ayuda de un profesional de salud mental.

  • Sentir nerviosismo, ansiedad o agitación

  • No poder dejar de preocuparse o no poder controlar la preocupación

  • Preocuparse demasiado por cosas diferentes

  • Tener dificultad para relajarse

  • Estar tan inquieto que es difícil quedarse quieto

  • Enojarse o irritarse con facilidad

  • Sentir miedo como si fuera a suceder algo horrible

Cómo manejar la ansiedad

Es común y comprensible preocuparse y sentir estrés por el manejo de su enfermedad, pero reducir el estrés y la ansiedad puede ayudarlo a mantener un equilibrio emocional saludable. Hay muchas maneras de intentar reducir el estrés. Pruébelas hasta que encuentre algo que lo ayude.

  • Ejercicios de relajación y respiración
  • Yoga o tai chi
  • Ejercicio aeróbico ligero, como caminar o nadar
  • Terapia cognitivo-conductual o psicoterapia con un psicólogo o trabajador social
  • Medicamentos para tratar su estado emocional y mental
  • Meditación o hipnoterapia
  • Retroalimentación biológica
  • Asistir a grupos de apoyo en línea o en su sede local
  • Libros, grabaciones, imágenes guiadas o llevar un diario
  • Crear una red de apoyo de amigos, familiares y profesionales de atención médica
  • Buscar pasatiempos y actividades que haya disfrutado antes de su diagnóstico
 

Cómo manejar el estrés

El estrés es la respuesta hormonal del cuerpo a cualquier situación que le exija hacer algo, ya sea llegar a una reunión a tiempo o lidiar con un problema médico importante. La liberación de esas hormonas es lo que se conoce como “la respuesta de lucha o huida”. Son responsables de las reacciones físicas al estrés, como el aumento de la frecuencia cardíaca, la transpiración y la tensión de los músculos.

¡No todo el estrés es malo! Todos experimentan cierto nivel de estrés mientras trabajan para satisfacer las demandas de su vida cotidiana. Las pequeñas dosis de “estrés bueno” pueden motivarlo a ser productivo, evitar el peligro e incluso sentirse entusiasmado.

La exposición prolongada a factores estresantes, como un evento traumático o un cambio negativo en el estilo de vida, induce un “estrés malo” que puede ser perjudicial para la salud física y mental. El estrés malo puede ser causado por las exigencias de la EII, especialmente cuando se preocupa por cómo sus síntomas afectarán sus planes diarios.

Hay estrategias enfocadas en las emociones para ayudar con los factores estresantes que no puede controlar.

  • Aceptación de la situación

  • Utilizar apoyo social, como pedirle a un amigo que se adapte a sus necesidades

  • Relajación

  • Conversación constructiva con uno mismo, como “hice lo mejor que pude”

  • Soltar y continuar

También puede reducir el estrés planificando con anticipación si los episodios de diarrea o dolor abdominal hacen que tema estar en lugares públicos.

  • Sea consciente de las ubicaciones de los baños cerca de su destino

  • Lleve ropa interior adicional, papel higiénico o toallitas húmedas